La varicela y los cuidados adecuados para los niños contagiados
Ya que los síntomas de la varicela pueden ser bastante molestos, causando picor, el surgimiento de bultos rojizos y ampollas con líquido que se revientan provocando lesiones que más tarde se convierten en costras sobre la piel, es importante conocer los cuidados adecuados para atender a los niños contagiados, previniendo así, posibles complicaciones.
¿Qué es la varicela y cómo se contagia?
La varicela es una enfermedad infecciosa también conocida como lechina, y se puede contagiar fácilmente a través del contacto entre personas.
De hecho, surge a raíz de un virus llamado varicela zoster, el cual se transmite con mayor incidencia en personas que nunca la han sufrido.
Generalmente afecta a muy temprana edad (niñas y niños), con enormes probabilidades de contagio hasta que sequen las lesiones y aparezcan todas las costras.
Vale destacar que la lechina se puede transmitir a través del aire (tos, estornudos), contacto directo o al compartir mantas u otros objetos infectados.
Cuidados adecuados para atender a niños con lechina
Lo más importante al convertirse en padres, es prepararse para afrontar enfermedades comunes, por ello es imprescindible vacunar a los niños contra la lechina.
Ahora bien, cuando los pequeños de la casa se contagian con la varicela zoster, debemos aplicar cuidados adecuados como, por ejemplo, cortarles las uñas.
Esto evita que se rasquen constantemente, un problema que deriva en otras complicaciones, entre las que destacan las infecciones bacterianas en la piel.
En este sentido, también se les puede colocar guantes a los niños para evitar que se rasquen las ampollas a la hora de dormir.
Por otra parte, es muy útil bañarlos con agua fría y bicarbonato de sodio, o en su defecto, acetato de aluminio o avena sin cocinar.
Ten en cuenta que antes de suministrar medicamentos a los infantes, es necesario acudir a un doctor, ya que algunos fármacos como las aspirinas, pueden desencadenar efectos más graves, entre ellos, una peligrosa afección denominada “Síndrome de Reye”.